lunes, 16 de diciembre de 2013

Coctelería creativa y sin alcohol


Un nuevo concepto de coctelería creativa, sin alcohol y con toppings,que se bebe y se come. Así define Raquel Cívico a su empresa Wowble, una firma valenciana que ofrece un nuevo concepto de negocio “basado en el bubble tea, una combinación de agua, té y leche, a la que se añaden diversos ingredientes y toppings”.Este innovador proyecto, hoy en expansión por España, tuvo dos fases de desarrollo: primero, la apertura de un local en Valencia; luego, el desarrollo de una cadena de franquicias basada en él. “Aquella experiencia nos sirvió de mucho. Por ejemplo, supimos que, al vender un producto de impulso, teníamos que estar en calles de mucho tránsito”, señala.

Wowble fue el proyecto que esta empresaria encontró para salir de la crisis, que se llevó por delante su trabajo como directora comercial y demarketing en una constructora. “Llevaba bastantes años pensando en montar mi propio negocio, pues sabía que tenía capacidad emprendedora. Y cuando se desplomó la construcción tuve claro que había llegado mi momento. Después de considerar unos siete proyectos, navegando por Internet, vi un concepto de empresa muy fuerte que no había llegado aún a España y que yo había probado en EE UU y me había fascinado. Cuando yo probé la bebida por primera vez, era algo incipiente. Ahora el bubble tea ha triunfado en medio mundo, sobre todo en Asia y en el centro de Europa”, recuerda Cívico.

Pero que hubiera triunfado en medio mundo no quería decir que tuviera que hacerlo en España. Según la emprendedora, “trabajamos mucho en adaptar el bubble tea a nuestros gustos. Durante dos años estuvimos formulando distintos cócteles. Además, durante seis meses combiné ingredientes y utilicé a mi marido y a mis hijas como cobayas, hasta dar con las mejores mezclas. Ahora tenemos un laboratorio en Valencia en el que hasta los propios empleados dan ideas. Luego, pruebo la propuesta en mi entorno hasta que sale una creación nueva”.



Las dificultades por las que tuvo que pasar Raquel antes de poner en marcha su proyecto no acabaron con el desarrollo de una carta de cócteles. Primero fue el tema de la financiación, “empecé con fondos propios, y cuando supe el dinero que tenía que invertir para desarrollar el producto como yo quería, busqué un crédito ICO y la inversión de un business angel. Después tuvo que localizar los proveedores que le facilitaran los materiales e ingredientes necesarios “investigamos, buscamos proveedores extranjeros a los que comprar determinadas cosas que aquí no podíamos encontrar. Y con los ingredientes que funcionaran en la coctelería”.

Cuando uno entra en uno de los locales de Wowble percibe una sensación de buen rollo. Su público es joven, de entre 12 y 45 años, un rango de edad que lleva a que en Wowble tengan muy claro que han de estar muy presentes en redes sociales “hoy en día, si no desarrollasmarketing en redes sociales, estás perdido. La gente joven se mueve y comunica a través de ellas, lo que tiene una viralidad tremenda y un coste bastante económico”, dice.

Raquel es una empresaria que hace las cosas mirando dos pasos más allá. Desde el minuto cero supo que tenía que hacer crecer Wowble a través de franquicias. “Podía montarme una tiendecita o abrir un local, ver cómo funciona y desarrollar después una franquicia. Esto último es un concepto muy distinto, empezando porque tendrás que hacer una inversión de marca muy fuerte”. Una marca que había de tener una fonética que todo el mundo pudiera manejar, porque “tenemos en mente desarrollarnos en el ámbito internacional, cambiando lo menos posible un concepto que todo el mundo debe entender. La fonética de la marca crea un juego a la hora de pronunciarlo, y eso queda en el consumidor. El nombre viene de guau, exclamación en inglés, y ble es la segunda parte de la palabra bubble, burbujas… explosión entre las burbujas”.



¿Otra peculiaridad de Wowble? La otra socia del negocio es Amparo López, antigua jefa de Raquel en su trabajo en la constructora. El tándem espera haber vendido unos 200.000 euros a finales de 2013.

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