miércoles, 27 de noviembre de 2013

La alimentación durante el embarazo


Una dieta balanceada y nutritiva, si bien es primordial a lo largo de la vida de las personas, lo es especialmente durante esta etapa de la futura mamá, pues se impone satisfacer también los requerimientos nutricionales del bebé.

Una de las condiciones fundamentales para mantener una dieta bien balanceada es no comer demasiado de cada uno de los grupos de alimentos, ya que se necesita variedad para obtener adecuados suplementos de proteínas esenciales, minerales y vitaminas.

Los alimentos proteicos de alta calidad como las carnes, lácteos y huevos deben complementarse con los llamados alimentos energéticos como son los granos, el pan y sus derivados, siempre en una cantidad adecuada.
En los casos en que la futura mamá tenga sobrepeso, deberá limitar el consumo de alimentos calóricos, tales como dulces, azúcares y grasas. Es aquí, entonces, donde habrá que complementar la dieta con un buen ingreso de proteínas, fundamentalmente con la ingesta de carnes, yogur, queso, leche y huevos que el nutrólogo indicará.

Es fundamental que en toda alimentación estén presentes estos cinco grupos de alimentos:
- Lácteos
-Carnes rojos, pollo, pescado y huevos
- Cereales y derivados
- Frutas
- Hortalizas

Pero sobre todo, durante el embarazo cobra especial importancia el consumo de líquidos. Se debe tratar de beber 2 litros por día de jugos de compota sin azúcar, té, mate cocido, agua mineral, soda, caldos desgrasados.

Control de peso y embarazo

La embarazada con sobrepeso deberá reducirlo bajo estricto control médico, ya que una dieta inadecuada en calorías puede condicionar un bajo aporte de nutrientes esenciales, lo que influirá negativamente en el normal desarrollo del bebé y en ella misma.

Las proteínas de la dieta deben ser, fundamentalmente, proteínas de alta calidad (carne, huevos, lácteos)pues son los que mejor aprovecha el bebé para formar sus propios tejidos.
Seleccionando adecuadamente fuentes proteicas con bajo porcentaje de grasa, se garantiza un buen aporte de proteínas, minerales y vitaminas esenciales sin aumentar mucho las calorías de la dieta.
Paralelamente, el sobrepeso durante la gestación requiere reducir la ingestión de alimentos muy energéticos (dulces, confituras, grasas)y, en menor medida, las harinas, limitándolas a las cantidades mínimas previstas para cubrir el valor calórico que fije el nutrólogo en cada caso.


Pocos períodos de la vida exigen tanto cuidado en la elección, cantidad y calidad de los alimentos que se ingieren. Es necesario un estricto control médico en cada caso particular evitando de esta manera el problema del sobrepeso.

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